Teoría de los factores por JJBarrera
Concepto
Factores que
cuando son adecuados para un puesto, tranquilizan a los trabajadores, como la
política y administración de la compañía, la supervisión y el salario. Si
dichos factores son apropiados, las personas no están insatisfechas.
Teoría de los factores
Es también
llamada teoría de la motivación y la higiene propuesta por el psicólogo Fedredik
Herzberg; mencionaba que las relacionas de un individuo con el trabajo es
fundamental y que la actitud hacia el mismo puede determinar el éxito o el
fracaso.
Fedredik
Herzberg en su planteamiento ¿Qué espera la gente de su trabajo? Es decir pedía
las personas que describieran en detalle situaciones en las que se sintieran
excepcionalmente bien o mal con respecto a su trabajo.
Concluye que
los comportamientos que mostraban los individuos cuando se sentían bien en su
trabajo variaban de manera significativa de aquellos que se sentían mal. Es
decir que ciertas características tiende a relacionarse de manera consistente
con la satisfacción con el trabajo y otros con la insatisfacción en el empleo.
Quienes
respondieron que se sentían bien en su trabajo mostraban tendencia de atribuir
dichos factores así mismo; sin embargo los que dijeron estar insatisfechos
tendían a citar, factores externos, como la supervisión, la política salarial
de la empresa y las condiciones de su trabajo.
Según Herzberg y sus datos afirmaban que lo
opuesto a la satisfacción no es la insatisfacción, como solía pensarse. Al
eliminar las características insatisfactorias de un trabajo, este no se vuelve
necesariamente satisfactorio.
Herzberg nos
plantea un continuo dual: lo opuesto de “satisfacción” es “falta de
satisfacción” y lo contrario de “insatisfacción” es “ausencia de
insatisfacción”. De acuerdo a Herzberg,
los factores que llevan que llevan la satisfacción en el trabajo son diferentes
a los que generan insatisfacción.
Por lo tanto
para eliminar los factores que generan insatisfacción tal vez obtengan paz,
pero no necesaria mente motivación. Apaciguaran su esfuerzo laboral pero no su
motivación. Como resultado, las condiciones que rodean, como la calidad de
supervisión, salario, la política de la empresa, las condiciones físicas de la
trabajo, las relaciones con los demás y seguridad en el trabajo fueron
señalados por Fedredik Herzberg como
Factores de
de higiene.
Cuando son
adecuados la gente no estaría satisfecha, si queremos motivar a las personas en
el trabajo; Fedredik Herzberg propone hacer énfasis en los factores asociados
con él trabaja como en los resultados que se derivan del mismo para el caso las
oportunidades de ascender, las posibilidades de desarrollo personal, el
reconocimiento, responsabilidad y logro. Estas son características que los
individuos encuentran como compensadores por naturaleza.
A dicha
teoría ha recibido críticas entre las que se encuentran las siguientes:
- El procedimiento que utilizo Herzberg está limitado por su metodología. Cuando las cosas salen bien la gente tiende a asignarse el crédito. Por lo contrario, culpan de las fallas al ambiente extrínseco.
- La confiabilidad de la metodología de Herzberg está cuestionada. Los evaluadores tienden hacer interpretaciones, por lo que existe posibilidad de que se contamine los descubrimientos al interpretar una respuesta de una manera a otra un respuesta similar.
- No se utiliza ninguna medición general de satisfacción. Alguien podría disgustarle una parte de su trabajo y a pesar de eso pensar que es aceptable.
- Herzberg supuso que hay una relación entre la satisfacción y la productividad, pero la metodología de investigación que empleo sólo considera la satisfacción pero no la productividad. Para su investigación sea relevante se debe suponer una relación fuerte entre ambas dimensiones.
Es
importante darse cuenta de que de modo intuitivo nos guste una teoría, eso
significa, eso no significa que debemos de aceptarla. A muchos les parecen
atractivas sus teorías de las necesidades, pero hay que recordar que hubo un
tiempo que en la intuición decía que era plano. En algunas ocasiones la ciencia
respalda intuición, en otra no. En el caso de la teoría de las factores como en
la de la jerarquía de las necesidades.
Otras
teorías fueron propuesta por Mowrer (1946-1950),
quien asigna al miedo un papel mediador en las diferentes etapas de la conducta
de evitación: adquisición, mantenimiento y extinción. El primer proceso se
produce por condicionamiento clásico de las respuestas de miedo mediante la
asociación de un estímulo neutro con un estímulo condicionado aversivo, y se produce
en los primeros ensayos del procedimiento de evitación. El segundo proceso
consiste en un condicionamiento instrumental de la respuesta de evitación por
la terminación contingente del EC.
Así el miedo
condicionado clásicamente constituye un estado emocional con capacidad para
instigar conductas y de actuar como reforzador negativo de aquellas que
terminan con el EC reduciendo así el estado de miedo. Según la teoría de los
dos factores, la adquisición de la respuesta de miedo es necesaria para la adquisición
de la respuesta de evitación, y la extinción del miedo es condición necesaria y
suficiente para la extinción de la respuesta de evitación.
Seligman (1970-1971) propone que se adquiere en base a la teoría de los
dos factores de Mowrer (1950) y mediante un condicionamiento preparado que
consiste en que una situación relacionada con la supervivencia de la especie
humana se condiciona más fácilmente a un estímulo incondicionado.
La teoría de los dos factores hace referencia a la asociación, mediante
condicionamiento clásico, de un estímulo condicionado (EC) con una estimulación
incondicionada (EI) de tipo aversivo durante un número de ensayos en
los que el sujeto no da una respuesta de evitación, como él.
El es de tipo aversivo se considera que genera miedo y que el EC por
tanto también lo elicitará, así pues el primer factor de la teoría es el
condicionamiento clásico de miedo al EC; si tenemos en cuenta que el miedo es
un estado emocional aversivo que motiva al sujeto entonces su reducción podría
proporcionar un reforzamiento negativo, es decir, favorecer la probabilidad de
ocurrencia de una conducta negativa, y como el miedo está provocado por el EC
la interrupción de éste reduciría el nivel de aquel, así pues la respuesta de
evitación se aprende porque interrumpe el EC y por tanto reduce el miedo
condicionado, esto es el segundo factor de la teoría, es decir, un
reforzamiento instrumental de la respuesta de evitación a través de la
reducción del miedo. Ello va a permitir un paso para la aplicación de técnicas
terapéuticas mediante procedimientos de extinción de la evitación mediante
inundación o inhabilitación de la respuesta, pretendiendo la extinción de la
ansiedad, como veremos más adelante.
En el caso de un TOC la cadena conductual o análisis funcional de la
conducta (AFC) sería formulada como sigue:
Estímulo discriminativo, ED
Intrusión de idea obsesiva
(Por un procedimiento de condicionamiento clásico elicitaría un
aumento del nivel de ansiedad)
|
Respuesta, R
Conducta motora (ritual TOC)
|
Contingencia, C
Disminución de la ansiedad
(refuerza negativamente la respuesta ante la presencia del ED)
|
A este modelo se le han realizado críticas en particular por su excesiva
simplificación y no tener en cuenta ciertos aspectos del problema (Gainer,
1977).
Así Walker y Beech (1969), indican que en algunos comportamientos
compulsivos se produce un aumento y no disminución de la ansiedad en contra de
lo propuesto por el modelo, así como no permite la explicación de la aparición
de diversos rituales en respuesta a un sólo estímulo.
Por su parte Hernstein (1969), propuso como ampliación al modelo el que
los rituales serían reforzados y mantenidos por la evitación más que por la
diferencia ente los niveles de ansiedad existentes antes y después de la
emisión del comportamiento, resultando una disminución relativa de la ansiedad,
pero ésta sería mucho más intensa si no se hubiera ejecutado el ritual. Esta
modificación al modelo permitiría explicar los fenómenos de aumento de ansiedad
tras el ritual, así como su multiplicidad.
Para Rachman (1976), propone una predisposición constitucional y
hereditaria caracterizada por una excesiva sensibilidad a la crítica y al
sentimiento de culpa determinado por padres con excesiva atención, control y súper
protectores, siendo críticos, meticulosos y con altas metas, lo que generaría
en el sujeto con conducta compulsiva la evitación de tipo activa o pasiva; el
origen de las obsesiones y compulsiones proviene de un factor hereditario de
tal forma que se convierten en problema tras episodios depresivos o de
exposición a stress; estando demostrada la asociación entre ideas obsesivas y
depresión (Rachman, 1971) y entre 1/3 y 2/3 de los casos pueden detectarse
sucesos cotidianos estresantes al inicio del cuadro (Bird y Harrison, 1987).
Las respuestas emocionales se mantendrían por estímulos desencadenantes.
Según Eysenck (1976) en base a la
Psicología del Aprendizaje propone una teoría explicativa general y propone que
los temores pueden ser innatos o adquiridos con cierta sensibilidad a
determinados estímulos neutrales, las respuestas de temor se adquieren por
condicionamiento clásico siendo el estímulo incondicionado la "no
recompensa" frustradora, así las consecuencias posibles del no
reforzamiento son la extinción o la incubación, ésta ocurre ante estímulos ya
condicionados que tiene la propiedad del impulso o "drive", lo que
implica que las respuestas condicionadas sean semejantes a las respuestas
incondicionadas, por tanto ciertas condiciones favorecen la incubación tales
como la presencia corta del estímulo condicionado, un estímulo incondicionado
fuerte y una alta distimia. Junto a Rachman (1978), ambos proponen que las
obsesiones y las respuestas emocionales asociadas se mantienen por incubación.
Para Beech y Perigault (Beech, 1974; Gainer, 1977) proponen que los
sujetos obsesivo-compulsivos tienen una predisposición a patologías de
activación o arousal provocado por hipersensibilidad a la frustración y
castigo, generando deterioro en el estado de ánimo y labilidad emocional con
una recuperación lenta al estado de normalidad; al no encontrar el sujeto
explicación a sus cambios emocionales crea la idea patológica y las conductas
asociadas a ella, así la elevación de la activación de forma progresiva
facilita que un estímulo ambiental fortuito se asocie a ella de forma que la
conducta, cognitivo conductual del obsesivo compulsivo, sea persistente y
favorecida por la inestabilidad emocional, por lo que la activación proporciona
nuevas posibilidades de asociación con estímulos ambientales fortuitos.
En general la obsesión se produciría por "estimulación" y la
respuesta emocional asociada se produciría por un estado elevado de arousal o
activación fuerte y la lentitud en la inhibición y vuelta a la normalidad.
Otros autores proponen que la compulsión se mantiene por la reducción de
la ansiedad asociada aunque hay indicios de que las compulsiones puedan
incrementar la ansiedad, lo que supone que la eliminación de la ansiedad
reduciría o eliminaría la compulsión, lo cual puede ocurrir. Foa (1979) propone
diferenciar entre la idea obsesiva e idea sobrevalorada, y que los pensamientos
obsesivos son exageraciones de aspectos importantes del funcionamiento
cognitivo del individuo.
Polaino (1987) propone que los factores genéticos y de aprendizaje
familiar parecen estar implicados en la emergencia de la alteración; el
paradigma de evitación-evitación es uno de los que mejor explicarían el
comportamiento dubitativo; el paradigma del condicionamiento clásico explica
bien la aparición reiterada de las ideas obsesivas, mientras que la conducta de
evitación sería un modelo explicativo más pertinente para los rituales, estos
rituales parecen operar reduciendo la ansiedad; también hace referencia a la
posibilidad de un aprendizaje vicario u observacional. A pesar de lo anterior
mantiene la propuesta de factores genéticos implicados como vía explicativa de
la aparición y mantenimiento de las obsesiones y compulsiones.
Domjan y Burkhard (1990) plantean que las obsesiones son pensamientos
recurrentes problemáticos que suscitan gran ansiedad, y siguen la línea de
Rachman (1978) por la que los pensamientos obsesivos son estímulos nocivos a
los que el individuo no está habituado, por lo que el tratamiento apropiado
sería provocar la habituación de las respuestas de ansiedad por tratamiento de
exposición prolongada a esas ideas u obsesiones, aunque inicialmente se
incremente la ansiedad para después reducirse según plantea experimentalmente
Emmelkamp (1982).
Hacen referencia también a la relación entre la teoría de los dos
factores de Mowrer, al igual que Seligman, y la conducta compulsiva,
proponiendo que la ansiedad está inducida por un objeto o acontecimiento real o
imaginario y la compulsión es considerada como una conducta de evitación reforzada
por la reducción de la ansiedad, de forma que provocar experimentalmente
(Emmelkamp, 1982) la compulsión implica a un aumento de la ansiedad y la
ejecución de ella una reducción de la ansiedad; según esto el procedimiento
terapéutico consiste en un procedimiento de extinción de la evitación por
inundación o inhabilitación de la respuesta, es decir, se provoca la compulsión
pero se impide su ejecución, se inunda al sujeto con el estímulo temido sin que
se pueda ejecutar el ritual, se espera así que se produzca la extinción de la
ansiedad.
Un planteamiento adicional importante es el propuesto por Horowitz
(1975) el cual expone que las personas pueden experimentar pensamientos
intrusivos de forma normal en su vida cotidiana sin que ello suponga la presencia
de psicopatología, y según Rachman y Silva (1978) estos pensamientos intrusivos
tienen características semejantes a las obsesiones pero sin que supongan la
aparición de un trastorno obsesivo-compulsivo, por lo que Rachman (1971)
sostiene que las rumiaciones de carácter obsesivo pueden considerarse como
estímulos nocivos cotidianos a los que los pacientes no logran habituarse, como
se ha comentado anteriormente.
En general, en las teorías anteriores se hace referencia a factores de
tipo genético y hereditarios, factores ambientales como características de
padres, a la teoría de los dos factores y a la reducción de la ansiedad como
elementos que están implicados en el origen y mantenimiento de las conductas
obsesivo-compulsivas habiendo de diferenciarlas de las que son ideas intrusivas
normales, ideas sobrevaloradas y las cogniciones repetitivas que pueden
presentarse en cuadros de alteración del estado de ánimo como puede ser la
depresión. Todo ello plantea las bases para las técnicas de evaluación y de
tratamiento como pueden ser la inundación, la exposición y prevención de
respuesta y la reducción de la ansiedad a fín de la habituación de las
conductas obsesivo-compulsivas.
Según Pasnau (1987) los métodos y principios conductuales están jugando
un papel cada vez mayor en la evaluación y tratamiento de casos diagnosticados
como trastornos por ansiedad. Rimm y Masters (1974) como teóricos de los
principios del aprendizaje sostienen que los principios de la conducta y
desarrollo normales son también aplicables al desarrollo y mantenimiento de las
conductas anormales, sin embargo Marks (1981) argumenta que esta proposición no
ha sido demostrada convincentemente; a pesar de ello el modelo de la Teoría del
Aprendizaje proporciona apoyo suficiente al investigador y clínico para la
formulación de hipótesis de trabajo útiles en cuanto al desarrollo y
mantenimiento de los diversos tipos de trastornos por ansiedad.
Dollar J. Miller (1950) y Wolpe (1958) en sus estudios con animales
plantea como el condicionamiento clásico, el condicionamiento instrumental y el
aprendizaje social pueden actuar en el desarrollo de trastornos
obsesivo-compulsivos; ello dio lugar a otras investigaciones como las de
Seligman (1975) que añadieron más información sobre el papel potencial del
aprendizaje en la formación de las conductas rituales.
La originalidad o diferencia fundamental del modelo conductual respecto
a otros modelos, médicos o psicodinámicos, es que se centra en la conducta
problema en sí misma y en las condiciones que la mantienen. Kazdin (1978)
propone una serie de pasos en el proceso de evaluación y tratamiento
conductual, es decir, tras haber realizado la evaluación conductual habrán de
fijarse objetivos terapéuticos y el enseñar al paciente nuevas conductas o
técnicas que permitan resolver de manera efectiva los problemas existentes. Una
vez iniciado el tratamiento la valoración es importante e integrante de cada
fase de tratamiento a fin de evaluar la consecución de los objetivos
propuestos, en caso de que ello no ocurra se habrá de nuevo de evaluar las
conductas problema, el establecimiento de objetivos y los métodos terapéuticos
empleados, provocando así una evaluación continuada de la evolución de la
conducta del sujeto.
Bibliografía
La
motivación y la higiene propuesta por el psicólogo Fedredik Herzberg (pag. 178 1923-2000), fundamentos del
comportamiento del comportamiento organizacional, decimotercera edición,
editorial D.R. por Person Educación de mexico, s.a de c.v.
Páginas web.
http://www.conexionismo.com/ver_definicion.php?
Mowrer (1946), Ref =teoria_de_los_dos_factores-vek8oz5c
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