En la definición de tu color lívido.
En cada conversación
sesuda o pensante inocentemente, tratamos de inferir y conceptualizar los conocimientos,
adquiridos o que tratamos de hacer validos; acerca de los aprendizajes sobre
los cuales hemos o hacemos una introspección y creemos tener una decisión sobre alguna
definición de nuestras verdades.
Pasan los tiempos
y mis versos tiernos, cariños y dulces se vuelven de colores, más tenues, más violetas
por los aromas de la percepción; pues al lodo de mis cagadas y mis perros errores e minimizado algunos pensamientos; sobre cómo se debe de sentir y escapar a través de los olores,
acompañado de debates en contradicción, sobre como deberían de definirse algunos títulos de las tendencias emocionales; se van creando las funciones y los sentimientos sobre los colores lirios; tiñendo de ausencia los pensamiento del colectivo; que es donde algunos preferimos los matices de los colores, amarillos sobre los girasoles; que se ajustan a la deprecación color
rojo de rosas.
En la
actualidad me preguntan sobre la definición del color de mi relación e incluso, me preguntan sobre su nombre o que defina su color; apocando miles de nombres; hasta que me
compare con la ausencia de alguna definición pro-social.
¿De verdad? de esto no se
trata de hacer rimas; que se deben de asociar con las poesías que debemos asimilar
por la definición de nuestro ser; les comento que eres
mi cielo; les digo que solo te tengo presente siempre en mis rimas; y jamás
he tratado de convencerte; mucho menos definir que adoptes la aurora que encierre tus sueños, te prefiero natural con tus
bromas, tu risa; les he dicho que siempre fuiste tú.
En algunas
ocasiones me contradigo; pero estoy firme y esta vez le doy la espalda a la deprecación y la soledad sobre todo; hoy aflora, la fauna y no con un sentido mercantilista disfrazados, no finjo conocer las causas; esta vez, no solo se trata de un arreglo floral, prefiero decirte que eres mi universo, la brisa que acaricia, la más preciosa, suave casi como el viento; que eres la aurora de múltiples colores, la contradicción de mis sabores.
Es preciso
mencionar; que al retornar algunos de mis pensamientos; acerca de cómo deben de convencerse algunas de mis miradas, hacia la definición de tu linda cara, diciéndote que eres la más linda, si no creyere en mi camino, en mi silencio, en mi afirmación de la culpa, en mis muchos errores.
Entonces seguirán haciéndome las mismas preguntas sobre cómo debemos manejar los aromas y las
relaciones; en los meses de mayo y los aromas de pétalos; hechos fragancia que
reposan en sus propios desamores.
No les puedo
negar que la naturaleza es de color de las violetas, que han definido la
construcción de una torre marfileña; que pretende estar cautiva; en todo caso, este órgano es valiente y solo pretende ser color lívido, de jazmín y deprecación por ser; libre ausente y presente.
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